lunes, 15 de septiembre de 2008

En busca de la t (Por boca de las dioses)

Es invierno y los árboles empiezan a mudar sus hojas, yo por lo general me duermo en cuanto el sol se mete, pero a decir verdad desde que estoy en la carrera eso ha sido imposible pareciera que es un compromiso desgastar los materiales hasta que se vuelvan inservibles. Son las 2 de la mañana y sigo trazando rectas con mi regla t, va a ser increíble si la regla t sobrevive toda la carrera, creo que mejor iré a dormir antes de que raye de más mi trabajo.


Tengo la extraña sensación de que algo en mi cuarto me observa no se, tengo mucho sueño eso es. Un ruido abrupto me ha despertado algo se cayó o alguien esta en mi cuarto lo mejor será ver que sucede, mi familia sigue dormida pareciera que los durmió un ángel, tremendo ruido y nadie se inmuto. La puerta de la casa esta abierta seguro alguien se metió o fue el perro quien la abrió, eso es lo más seguro lo mejor será cerrar e irme a dormir. Mientras subo las escaleras me percato que mi regla t la que estaba encima del restirador esta frente a mí, como si me retara, no hace nada pareciera que me observa con esos cuatro tornillos, de repente empieza a saltar y escapa por la ventana, no me puede estar haciendo esto yo que confiaba en ella para acabar mi tarea y ésta se marcha sin avisar, eso no.

Emprendo la búsqueda de mi regla en plena madrugada, sólo el alumbrado público y yo somos aliados. Creo que ya la perdí de vista, entre la calle San Luis Potosí y Los cuñados, eso es muy malo la tarea a entregar es para hoy a las 11 de la mañana y yo sin descansar todo por buscar esa dichosa regla. Ya de regreso a casa después de haber tratado en vano de recobrar mi regla me doy cuenta que esta en la puerta de la casa, no se como ni cuando pero ha llegado ahí, yo creo que es el cansancio el que me hace alucinar pero de mí no se va a burlar.

Una ves llegando a ésta, se va hacia el jardín donde se pierde entre los árboles, no se de que se trataba pero el sueño se estaba volviendo dolor de cabeza y la regla era parte de ese dolor. Cual va siendo mi sorpresa que llegando al jardín estaban mis trabajos en el suelo con tierra, pero nada que no se pudiera solucionar, justamente mi regla estaba ahí intacta y sin moverse. Al día siguiente después de haber entregado el trabajo me pongo a pensar y yo creo que lo que paso es que deje la ventana abierta y todo lo demás fue obra de mi imaginación, que conveniente.

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