domingo, 14 de septiembre de 2008

Maestro y R-alen aliados (Letanía de la orquídea)

Pareciera que fue ayer cuando ingrese a la primaria por primera ves, tantos niños, tantas caras nuevas que no podría memorizar en un año, todo esto gracias a la escuela. La escuela ese lugar sagrado donde se imparten conocimientos de todo tipo teniendo la esperanza que aprendamos tan solo un poco. El conocimiento no se da solo, hay que saberlo transmitir y también saberlo plasmar y que mejor que en cuadernos, esos que se consiguen en la papelería de la esquina.



Todos conforme van creciendo empiezan a tener esa extraña sensación de la listota de útiles que el maestro entregara, y cuando llegas a la papelería ya saben exactamente lo que te pidieron ni un lápiz más ni un cuaderno menos, a veces siento que es un complot para el beneficio de la papelería y no para el nuestro. Y así sucede durante toda la vida estudiantil hasta que llegas a la preparatoria y pareciera que los maestros se enojaron con las papelerías y sólo pedirán lo necesario una pluma y un lápiz. Que bien por nosotros adiós a las aburridas idas a la papelería a preguntar sí tiene esto o sí tiene aquéllo. Todo es perfecto a menos que escojan como carrera arquitectura ya que pareciera que los maestros y las papelerías especializadas tuvieran pacto celestial. Te piden material cada semana y eso hasta que llegues a las maquetas, por que son las que te harán visitar la papelería como tu casa o la misma escuela. Sin contar las idas inútiles que habrás de hacer por material que no habrá hasta la siguiente semana.
Claro que todo esto se podría evitar sí alumnos y maestros hicieran tregua de materiales,en todo caso que no funcionara se desataría un conflicto extra escolar con el fin de acabar con el exceso de materiales. Habría cuadernos deshojados, hojas canson rotas, reglas y lápices quemados y todo con el fin de un cambio, pero un cambio para que si el conocimiento se da al plasmarlo en los materiales que pide el maestro. Un gran dilema incitar a la quema de materiales o seguir el paso de las generaciones anteriores. Recuerdo cuando había emoción al comprar la lista de útiles escolares hoy lo único que hay es dolor y angustia.
Y no se sabe quien ha caído en el consumismo los alumnos o el mismo maestro que consume por medio de ellos , otra opción sería que es tan sólo un circulo vicioso que no se debe romper. Son cosas que ni el mismo dueño de R-alen lo sabe pero le benefician.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Carlos Sánchez

Encontré 1 Error

1: Lápices va con acento en la A
(casi estoy seguro)

rotas, reglas y lapices quemados y todo con el fin de un cambio